Un “aliado” inesperado encontró ayer en el Congreso el ex presidente Alberto Fernández. Es que cuando todo hacía presagiar que el escándalo por la denuncia de Fabiola Yáñez se instalaría en el recinto de Diputados, la sesión cayó por falta de quórum.

El debate había sido pedido el 8 de julio, antes del receso de invierno. En ese momento, nadie imaginaba que una sesión sin un temario caliente se convertiría en un problema tanto para los libertarios como para los kirchneristas. Para los representantes de las filas del Gobierno, por los coletazos de la visita de un grupo de diputados a represores detenidos en el penal de Ezeiza. Para los referentes del peronismo, por la denuncia referida a violencia de género presentada por la ex primera dama.

Sin embargo, a las 12.43, más de media hora después de lo previsto -en Labor Parlamentaria se había resuelto extender 15 minutos el horario de inicio de la sesión-, el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, dio por caída la reunión. Lo hizo con la certeza de que no había intenciones de muchos legisladores de sentarse en sus bancas.

Con acompañamiento de bloques dialoguistas como la UCR -que tuvo tres ausentes por enfermedad y licencias-, Innovación Federal, Coalición Cívica y aliados, dentro de los que está el PRO, a La Libertad Avanza no le alcanzó para llegar al número de 129. No obstante, la ausencia del bloque Hacemos Coalición Federal, que preside Miguel Pichetto y que tiene 16 miembros, resultó determinante para que no hubiera quórum.

Uno de los temas que anticipaba la polémica para la sesión era la visita de los diputados libertarios a la cárcel de Ezeiza para reunirse con represores detenidos por delitos de lesa humanidad. La Libertad Avanza propuso en Labor una declaración para someter a votación. Pero desde el bloque de HCF habían propuesto, ante el pedido de la oposición más dura de conformar una comisión para investigar a los diputados oficialistas, que el asunto se resolviera en la Comisión de Peticiones y Reglamento. No hubo respuesta de LLA a esto.

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El segundo asunto que prometía tensar el recinto era la denuncia contra Alberto Fernández. Horas antes de la sesión, el kirchnerismo le soltó la mano al ex presidente: 39 diputados del bloque Unión por la Patria presentaron un proyecto de resolución mediante el que expresan la “profunda preocupación”. “En este sentido, corresponde reafirmar nuestra convicción política respecto a que en estos casos siempre le creemos a la víctima”, dijeron en el texto.

Además, se exhorta “a las autoridades competentes a efectuar las investigaciones correspondientes a fin de esclarecer los hechos denunciados y determinar las responsabilidades pertinentes”. Entre las primeras firmas en la iniciativa aparecen las de Mónica Macha, presidenta de la Comisión de Mujeres y Diversidad; la camporista Paula Penacca; la massista Cecilia Moreau; y el jefe del bloque, Germán Martínez. Entre los adherentes también están Leandro Santoro y Eduardo Valdés, quienes fueron cercanos al ex mandatario. No firmó el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner. Los dos tucumanos que integran la bancada, Carlos Cisneros y Pablo Yedlin, adhirieron a la iniciativa.

Política de Estado

En los fundamentos señalaron que “la lucha contra la violencia por motivos de género, constituye una clara política de Estado en nuestro país, tanto es así que este Congreso Nacional, en el año 2009 sancionó la Ley 26.485” de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. “La indiferencia ante la situación planteada no es una opción en el marco de la agenda de los derechos que el Estado debe garantizar. Ante la denuncia efectuada resulta fundamental que los hechos sean totalmente esclarecidos y determinadas las responsabilidades correspondientes. Vivir sin violencia es la única opción para que las mujeres y las diversidades puedan desarrollarse plenamente en todos los ámbitos de sus quehaceres”, completaron.

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Ya con la sesión especial truncada, los diputados de Coalición Federal emitieron un comunicado con las razones por las que no asistieron al recinto. “No vamos a ser funcionales a discutir la agenda identitaria de los extremos del arco político”, arrancaron. “Creemos que es fundamental que se traten los temas que hacen a los intereses reales de los argentinos y que ese sea el debate prioritario en cada sesión”, agregaron. En el final, volvieron a remarcar el pedido a la Presidencia del Cuerpo: “Las autoridades de la Cámara deben convocar a sesiones ordinarias e incorporar en la agenda parlamentaria proyectos que hacen a las demandas de todos los argentinos”.